Spider-Man / X-Men Arcade’s Revenge

Spider-Man / X-Men Arcade’s Revenge (1992/ Acclaim/ Ljn)
  • Plataformas: Super Nintendo / Mega Drive/ Game Gear/ Game Boy
  • Crítica: la desconozco pero seguramente comentaron algo de su «ligera» dificultad.
  • Ventas: también lo ignoro, pero suicidios habría más de uno.

No sé si a alguno de vosotros os pasaba lo mismo, pero de pequeño, cuando tenía que escoger un videojuego como regalo de cumpleaños, en ocasiones la elección la llevaba a cabo sin ningún tipo de referencia, me bastaba con observa detenidamente la carátula evaluando su imagen y las sensaciones que esta me generaba usando la poderosa imaginación. Bendita inocencia. Este Spider-Man / X-Men Arcade’s Revenge fue uno de esos casos, un título que sin yo saberlo iba a enseñarme que no solo existían videojuegos difíciles, también los había terriblemente frustrantes.

¡Deja de perder el tiempo leyendo esta caja! el texto de introducción a la vuelta de la caja que contenía el cartucho parecía estar regañándote cuando todavía ni habías empezado, a lo que también podrían haber añadido:  «… y prepárate para morir» como haría Dark Souls unos cuantos años después. También hubiera sido acertado situar un letrero de advertencia como en los paquetes de tabaco que dijera: « Jugar a este juego perjudica seriamente la salud mental » o « El uso prolongado de este cartucho puede ser causa de una muerte lenta y dolorosa »

Spider-Man / X-Men Arcade's RevengeSpider-Man tiene que ayudar a los miembros de la Patrulla X a escapar del diabólico parque de atracciones de Arcade, mientras hace frente a payasos asesinos, pirañas hambrientas, bolas asesinas y réplicas de supervillanos como Juggernaut y Carnage. Por aquel entonces todavía no sabía muy bien quienes eran algunos de esos tipos pero por supuesto conocía a Spider-Man y esta descripción fue suficiente para que yo con 10 añitos me llevara este juego a casa.

Comenzábamos manejando al hombre araña en un nivel donde nos introducíamos en el interior de un edificio a modo de laberinto. Haciendo uso de nuestro sentido arácnido (una especie de zumbido tremendamente molesto) teníamos que ir trepando, colgándonos y balanceándonos para llegar hasta una especie de interruptores que solamente podíamos recoger cuando se encendían y por supuesto seguían un orden. Esto significaba que una vez recogido uno de estos interruptores, el siguiente se encendía en otra parte del laberinto. Bastaba con repetir el nivel unas 100 veces para poder memorizar el orden, mientras que una especie de dispositivos de seguridad nos aguardaban por cada recoveco del escenario para dispararnos rayos láser.

Cuando por fin superábamos la primera pantalla con Spidey, podíamos escoger al resto de los X-Men: Cíclope, Lobezno, Tormenta y Gambito. Cada personaje tenía dos niveles, a cada cual más difícil. Una dificultad que venía motivada por varios factores, el primero de ellos es que había que pasarse el juego del tirón, el cartucho carecía de memoria interna. Esto quiere decir que cuando agotábamos las pocas vidas o apagábamos la consola, al día siguiente tendríamos que volver a pasar por los mismos sufrimientos. Esa penitencia venía motivada por unas plataformas exigentes, muy exigentes, no había margen para el error y en ocasiones parecía no haber escapatoria posible, añadiendo el interesante detalle de que varios de sus escenarios eran niveles de ritmo forzado, es decir, la típica situación en la que nuestro personaje debe estar en movimiento y avanzando continuamente porque sino la pantalla termina «comiendo» al personaje. Realmente «maravilloso».

Spider-Man / X-Men Arcade’s Revenge Una de las cosas que quedaron grabadas a fuego en mi cerebro jugando a Spider-Man / X-Men Arcade’s Revenge y que aún resuenan en algunos rincones de mi mente, como si de viejos fantasmas del pasado se tratara, eran los gritos de los personajes al morir una y otra vez. Las risas diabólicas de los payasos en el nivel de Lobezno parecían burlarse realmente de ti, de tu sufrimiento, pues en un santiamén habíamos agotado nuestra barra de salud y las pocas vidas que teníamos. Y de nuevo volvías con Spider-Man. Al laberinto del principio. Nooooooooooo…

Los escenarios de Gambito y Cíclope ofrecían una ligera sensación de seguridad gracias a los poderes especiales de estos personajes, pero era una percepción que rápidamente desaparecía o más bien el juego se encargaba de hacerla desaparecer. Cuando iniciabas el nivel de Gambito no tenías tiempo para nada, una enorme bola con pinchos se abalanzaba sobre nuestro personaje persiguiéndonos durante todo el nivel y convirtiendo la partida en una mezcla de agonía y saltos kamikazes contra enemigos que son ¿figuras de ajedrez?. El escenario de Cíclope parecía la mejor opción por su ritmo menos asfixiante, una especie de mina donde los saltos a las vagonetas requerían una precisión perfecta y cuando digo perfecta es perfecta. Sin embargo las vagonetas y su recorrido a través de todo el nivel parecían un viaje a ninguna parte, donde antes o después caeríamos a las vías, electrocutándonos, una y otra vez… para viajar eso si, al principio del laberinto con el hombre araña otra vez más.

La pantalla de Lobezno era una especie de circo de los horrores donde el ataque cuerpo a cuerpo al final parecía lo más fácil de jugar, pero también llegaba a ser desesperante, sobre todo en el enfrentamiento con el jefe final. Pero nada podía igualarse al nivel de Tormenta, que para hacer honores al nombre de la protagonista era un auténtico tormento. El típico escenario acuático donde el nivel del agua va subiendo y tenemos una reserva de aire que se agota y debemos buscar ciertos puntos donde recargarla. No os digo nada más…

Sin embargo el juego no era malo, nada más y nada menos que uno de los primeros videojuegos en mezclar varios personajes del universo Marvel. Gráficamente tenía calidad, gozaba de unos escenarios llenos de colorido y su música era bastante chula. El tema de Gambito por ejemplo era realmente bueno.

Spider-Man / X-Men Arcade’s Revenge, un juego al que tengo cierto cariño y al que podría tacharse de cruel, pues como digo no ofrecía ningún miramiento hacia el jugador, todos sus niveles eran difíciles y aunque hay gustos para todo, jugarlo era una sensación de constante frustración. Todavía lo contemplo desde su estantería con cierto respeto. Lo miro, me mira, nos miramos… y me marcho cabizbajo de la habitación porque en mi cabeza, todavía, resuenan gritos de superhéroes muriendo una y otra vez.

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RUBIO

Un videojuego puede ser como un buen libro o una gran película. Siempre digo que existe un juego para cada persona. Si aún hay alguien por ahí que no se ha enganchado a los videojuegos es porque todavía no ha encontrado su juego. Cuando lo encuentras, descubres una llave que abre la puerta a un mundo de diversión y entretenimiento sin igual.

8 comments

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  1. Jose 22 agosto, 2012 at 18:52 Responder

    Yo pasó por lo mismo!!!! Me hiciste recordar como «volaba» mi joystick por la habitación de la furia que me generaba este juego… pero que no podía dejar de jugar! EXCELENTE REVIEW!!

  2. RUBIO 22 agosto, 2012 at 20:59 Responder

    Hola Jose

    Ya te digo macho, solamente quien ha jugado a este juego sabe a qué clase de sentimientos nos referimos. Me alegra que te haya gustado la review, se recuerda con cierto cariño a estos juegos, aunque en su día te dieran ganas de tirarlo a la chimenea.

    Un saludo

  3. BenjaminV 4 septiembre, 2012 at 21:08 Responder

    Ahora ya se porque el «Yo Jugue al…» :P… increíble… el amigo del escritorio de la par me relato su agobiante historia con este juego… jajajajaja!!

  4. RUBIO 13 diciembre, 2012 at 10:06 Responder

    Hola RetroGUIA

    Gracias por el cumplido, me alegro que te haya gustado. No sé si has jugado a este juego pero si lo has hecho seguramente recuerdes muchas de las cosas que cito en el.

    Un saludo!

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