Hyrule Warriors: La era del cataclismo

Seamos sinceros, cualquier título donde aparezca Link nos va a gustar. Y aquí tenemos su último juego para Switch, no uno de la serie The Legend of Zelda -pues esto no aparece por ningún sitio- sino un Warriors, lo que nos dice por dónde van las flechas esta vez. Y es que el nuevo juego de nuestro héroe es obra de Omega Force, los padres Dinasty Warriors, la saga «machacabotones» por la que Hyrule Warriors: La era del cataclismo podría pasar por una entrega más. ¿Una justa precuela de Breath of the Wild? Pues vayamos cien años atrás y os lo contamos mejor.

Hyrule Warriors ha sabido jugar muy bien sus cartas presentándose, temporalmente, como un capítulo anterior a Breath of the Wild pues personajes y escenarios son los mismos, pero nada tiene que ver su jugabilidad. Ahora mismo tenemos un musou academicista que consiste básicamente en darse de leches sin parar y sobrevivir a cientos de enemigos. Es un género que o te encanta o te aburre en vida. Por suerte para mí, soy de los que les encanta… aunque este es un musou especial.

Al mundo de TLoZ no le sienta nada mal este concepto de juego y es perfecto para La era del cataclismo, pues se supone que fue un momento muy movidito en la historia de Hyrule. Las localizaciones más reconocibles de Breath of the Wild serán asediadas por hordas de enemigos y nuestros héroes deberán defenderlas. Y todo envuelto en un argumento que no será como os habéis imaginado. Y hasta ahí os puedo contar; que me hagan prisionero unos bokoblin si os hago algún spoiler, mejor que lo descubráis vosotros mismos.

Pasemos a lo importante de estos juegos: la jugabilidad. En Hyrule Warriors he notado que es un poco más rica que en otros hack’n slash pues hay elementos heredados de BotW como los cetros o la piedra sheikah. Escrito todo es muy básico: ataque normal y fuerte, que combinados hacen combos alucinantes, y L y R junto al stick derecho para ataques especiales. Aún así en la primera partida os vais a sentir aturdidos, ya que para los ataques tenemos muy poco tiempo de reacción, y no vais a salir del normal. Pero Omega Force ha querido hacer un juego muy accesible y en un par de batallas alucinaréis de cómo os habéis convertido en auténticos aniquiladores de hordas, y sin despeinaros.

Hyrule Warriors: La era del cataclismo

Los enemigos son viejos conocidos para los que vengáis de Breath of the Wild. No hay mucho margen de sorpresa pero esto no es malo. Cada uno tiene unas debilidades y no vais a tardar en aprenderlas. Además, utiliza el conocido Z-targeting para los enemigos más grandes por lo que hasta los más inexpertos podrán derrotarlos sin «engorilarse» mucho. Se basan -como casi todo el juego- en tener reflejos felinos y pulsar el botón en el momento preciso. Y, aunque no es un Souls, los que queráis desafío podéis elegir el nivel de dificultad más alto, es para -casi- masoquistas.

Durante el juego vais a tener la sensación de que solo estáis machacando botones y… es que es así. En este Hyrule Warriors no vais a encontrar tiempo para la exploración. Puede que muchos que vayan buscando una experiencia parecida a BotW se sientan engañados pero si te detienes durante los enfrentamientos vas a ser derrotado. ¡Aquí hemos venido a luchar! Entre las batallas nos podremos mover por todo el mapa -el que aparece pulsando (-) en BotW– y cumplir una serie de «misiones» que tienen su propia historieta. Pero consisten en recolectar objetos durante las batallas para intercambiarlos por nuevas recetas, fusión de armas, desbloquear posadas… Y luego las batallas secundarias que nos darán experiencia y armas. Aunque doña rupia manda y, si tenemos suficientes, podemos subir a los personajes de nivel pagando. Esto es algo que no me ha gustado nada pues ¿dónde queda la recompensa por el esfuerzo?

La historia nos lleva por muchas batallas muy bien conectadas y tenemos juego para rato (más de 40 horas seguro que lo echáis). Además vamos a tener la oportunidad de manejar a las Bestias Divinas y puedes pensar «¡Qué chulo, ¿no?!»; pues no. Es uno de los puntos más flojos del juego ya que no vas a saber muy bien contra qué estás luchando, por el tamaño de los enemigos, y son escenarios muy guiados. Aún así no están mal estas fases y son poquitas. Otro de los puntos débiles del juego es que al final vas a tener a un par de personajes favoritos (no son muchos aunque alguno es una sorpresa, no para bien…) y será con los que combatas todo el rato. Hay un desequilibrio entre ellos pero están los que tienen que estar por la historia. Echamos de menos la variedad de otros musou. Aunque la parte buena es que cada uno es totalmente diferente, no son el mismo luchador con diferente skin. Mención especial para la banda sonora, es una delicia y vais a estar en la pantalla de inicio mucho rato solo por escuchar la melodía principal.

Seguramente hayáis oído hablar sobre el rendimiento del juego y os digo: no es tan malo como dicen por ahí. Gráficamente es igual que BotW por lo que os va a encantar, es una de las direcciones artísticas más acertadas que he visto. Pero fluidez no esperéis encontrar porque el juego tiene tirones y ralentizaciones mucho más de lo que nos gustaría. No va tan bien como la anterior entrega, Hyrule Warrior: Definitive Edition para Switch, que sí consiguieron los deseados 60fps, aunque no todo el tiempo. En La era del cataclismo se han mantenido los 30fps y no estables, muchas veces caerán casi a la mitad pero es en momentos puntuales. Y seamos sinceros, es un juego para jugar en pantalla grande, en modo portátil no lo vais a disfrutar igual además de que el rendimiento es peor. Aunque esto se tapa con tanto destello, ataque especial y golpe. Vamos, lo vais a gozar pero mejor en el dock.

Hyrule Warriors: La era del cataclismo ha sido uno de los grandes lanzamientos de Switch para el -desafortunado- 2020 y no lo ha hecho nada mal. La primera entrega (Wii U, 2014) es un juego más completo, con más fan service y mayor variedad pero esta tiene una historia mucho más elaborada además de que la jugabilidad han conseguido pulirla bastante. No es el juego por el que tener una Switch pero sí una compra obligada si ya la tenéis. Es entretenido, lleno de opciones, largo y con una historia que os va a gustar, aunque sea solo por saber qué ocurrió antes de Breath of the Wild. Todo aquello por lo que la princesa Zelda luchó y no sirvió para nada. Además, como nos queda bastante para su secuela, ¿qué mejor que estar entretenidos dando mamporros con el elfo más valiente?.

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Ruryk Z

Kokiri apasionado del número 64 que no dudará en empuñar su espada para defender a la Gran N. Consiguió escapar de una mazmorra y desde entonces le encanta contar historias de los mundos en los que ha estado, sean azules, verdes o rojos.

3 comments

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  1. Voyevodus 12 enero, 2021 at 00:17 Responder

    Buena entrada Rurik, pero hay un par de cosillas que no me han quedado muy claras…

    Cuando dices que la jugabilidad es más rica que en otros h&s… ¿qué quieres decir?¿a qué otros hack te refieres?

  2. Ruryk Z 12 enero, 2021 at 10:26 Responder

    ¡Muchas gracias Voyevodus! ¡¡Y más viniendo de una de las personas que más controla de videojuegos que he conocido jamás!!
    Bueno, la verdad es que me refería más a la serie Dynasty Warriors en cuanto a la jugabilidad más rica de este HW. Al contar con cuatro funciones con la piedra Sheikah, los cetros y la habilidad especial de cada uno de los personajes es como que tienes un poco más de estrategia. No tanto como las estratagemas del DW8 Empires pero para ser un juego basado en el universo TLoZ no está mal.
    No llega al nivel de vacas sagradas del género como God of War o Bayonetta pero es que creo que no son juegos comparables. Su jugabilidad me ha parecido más rica que en los Dragon Quest Heroes por ejemplo, y casi mejor que en Fire Emblem Warriors. Más rica y más accesible -sobre todo- que en la mayoría de los musou.

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