El catálogo fisrt person shooter ofrece inmensas alternativas. Las experiencias más metódicas, aquellas que abrazan la simulación, desafortunadamente no son habituales. Sin embargo, en 2021 VOID Interactive nos bendecía con Ready or Not para PC. Una intensa experiencia en primera persona que replica las actuaciones de las unidades SWAT. Este análisis de Ready or Not examina la versión consola, una adaptación que aguardábamos con entusiasmo y alguna reserva. Por suerte, todo ha salido bien.
Adoro este género. No obstante, las propuestas cercanas a la realidad siempre me han parecido más interesantes. La planificación previa, el ritmo pausado, movimientos metódicos y disparos calculados. Indiscutiblemente, el sigilo, la gestión de equipo, armas reales y situaciones verídicas completan una experiencia más pro y gratificante.
Estas cualidades son motivos de peso para alejarse de títulos más directos o comerciales si buscas realismo. Olvídate de Call of Duty o Battlefield, a su lado resultan vulgares en cuanto a mecánicas, sobre todo la saga de Activision. La obra de VOID toma el testigo de la desaparecida serie SWAT y los primeros Rainbow Six de Red Storm (antes de que Ubisoft prostituyera la serie). Estas franquicias son referentes dentro del FPS táctico. Ready Or Not mantiene vivo ese legado actualizándolo al mismo tiempo.


RON no tiene un argumento elaborado. Realmente no lo necesita. El protagonismo se lo lleva cada misión y las actuaciones que llevamos a cabo para sofocar el caos. Las claves son el realismo y su rejugabilidad. Por esto mismo, tenemos gran variedad de misiones, armas personalizables y objetivos. Completar todas ellas y rejugarlas resulta muy satisfactorio. El juego presenta diferentes situaciones donde debes poner a prueba tu habilidad y ajustar los disparos. Nunca jugarás una partida igual, puesto que el comportamiento de los enemigos y la situación de los mismos varía.
Además, permite personalizar un amplio arsenal, seleccionar material de apoyo y proveer a tus compañeros antes de cada operación. Esta libertad hace que abordemos cada misión de forma diferente. Por ejemplo, podemos equipar un binomio con ariete y escudo para entrar en las habitaciones. Así mismo, podemos dotar al otro con una escopeta revienta-puertas y un lanzagranadas de gas. No es lo mismo iniciar una actuación volando la puerta principal con C4 que acceder al edificio por la puerta de servicio equipados con fusiles de asalto con silenciador.
Por otro lado, podemos impartir a nuestros compañeros diferentes ordenes en tiempo real. De tal manera que, pueden espiar una estancia, despejar una habitación, bloquear una salida o lanzar una granada aturdidora antes de entrar. Incluso, podemos dividir el equipo en dos binomios para realizar entradas sincronizadas. El repertorio de acciones resulta amplio y varía en función del equipamiento y la formación. Estas ordenes podemos generarlas desde el mando a través de una rueda de acciones.


Ciertamente, durante los primeros compases dicha ruleta resulta confusa comparada con el sistema de la versión PC, donde el ratón resulta más ágil. En particular, la manera de seleccionar un movimiento es ambigua al tener que soltar gatillo para completarlo. Aún así, una vez dominado no existen pegas para su control, correctamente adaptado al mando.
Ready or Not es exigente y minucioso. Las decisiones y cada movimiento requieren examen, salvo aquellos momentos donde debemos reaccionar como el rayo. Por ejemplo, entrar en una habitación donde hay dos sospechosos armados y un civil a menudo resulta desafiante. Ciertamente, puedes actuar de varias maneras pero debes escoger la mejor opción. Por esto mismo, observamos por debajo de la puerta con un espejo, la desbloqueamos con una ganzúa, ordenamos abrir y al mismo tiempo lanzamos una granada aturdidora.
Una vez dentro, debemos instar a los delincuentes a que depongan su actitud gritándolos, apuntándolos, incluso golpeándolos y en última instancia abrir fuego para abatirlos. Despejada la estancia, debemos inmovilizar a cualquier persona, recabar pruebas y reportar el resultado de la situación.


Evidentemente, es un pequeño ejemplo de las mecánicas que debemos realizar constantemente durante la partida. Un mal paso y nuestros compañeros resultarán heridos o muertos en el peor de los casos. Al finalizar una misión, si esta ha sido completada de forma poco técnica, aumentará el estrés del equipo. Esto afecta negativamente al rendimiento de los agentes en futuras misiones. Incluso, pueden llegar a dimitir. Por ello, debemos contratar nuevo personal, gestionar su descanso y mandar al psicólogo aquellos que estén afectados.
Llegados a este punto, cabe destacar que resulta ligeramente más condescendiente cuando nos alcanza un disparo que, por ejemplo, Rainbox Six: Rogue Spear o SWAT 3. En estos juegos casi siempre morías con el primer impacto. Cuando esto sucede en RON, a menudo puedes contener la hemorragia y proseguir la partida. En los Rainbow Six primigenios y SWAT en contadas ocasiones podían herirte y continuabas jugando con las habilidades mermadas. El juego de VOID tiende más a la segunda oportunidad. No es un defecto propiamente dicho, más bien una característica un poco más amable.
No obstante, el sistema de gestión es la parte más floja. La comisaría está recreada al detalle pero ofrece pocas opciones, sintiéndose más como un simple decorado antes de cada misión. Un sistema de reclutamiento y progresión de tropa como el de XCOM: Enemy Unknown hubiera sido perfecto. Incluyendo la administración del cuartel, en este caso una comisaría. Tampoco llegas a sentir apego hacia tus compañeros. Sobre todo porque los modelos son parecidos, en algunos casos idénticos con distinto nombre y no puedes personalizar sus rasgos. Estos detalles, en concreto, chirrían bastante en pleno 2025.
Si lo tuyo es planificar cada acción, moverte tácticamente y completar misiones de forma metódica este es tu juego. Exige habilidad durante 18 misiones variadas que desearás repetir para mejorar tu actuación. Además, existen DLC’s con misiones extra. Esta duración se acentúa gracias a un modo cooperativo que incluye crossplay.


La polémica censura que ha sufrido este port no ha sido un caso excesivamente grave. Para cumplir con los requisitos de certificación en consola han sido suprimidos algunos desnudos y no existe mutilación post mortem por disparo. También, han rebajado el tratamiento de menores en ciertas situaciones.
En mi opinión, nada de esto importa demasiado. Estamos ante un juego táctico policial, no es Soldier of Fortune. El juego continua plasmando la crudeza de los disparos a corta distancia, con determinadas armas, y que una persona salga desnuda o en calzoncillos no resta intensidad. Estos pequeños recortes no afectan a la experiencia, como sí ha ocurrido con otros juegos en el pasado debido a una censura desmesurada. La parte más injusta de la historia es que haya perjudicado a la versión PC, donde nada de esto ocurría. Este ha sido el precio por el juego cruzado entre Xbox, PlayStation y PC.
Ready or Not es uno de los mejores shooters tácticos en primera persona del mercado. Un juego complejo, oscuro y perdurable que exige lo mejor de ti constantemente. Tomar el control de un equipo SWAT adaptándote a cada situación supone un reto. Una lástima que el componente gestión no esté a la altura del conjunto. Del mismo modo, otros detalles también denotan cierta dejadez. El modelado normalito de los NPC y la escasa variedad de rostros durante el reclutamiento contrastan con un acabado gráfico muy correcto.
No obstante, es una propuesta diferente que enriquece un género a menudo encasillado, saturado de experiencias demasiado clónicas. Olvídate del frenetismo, el parkour y los llamativos marcadores de puntuación en pantalla. Esto es para gente seria. Esto es Ready or Not.
FÍSICO antes que DIGITAL

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