Análisis Cronos: The New Dawn

Primero fue Resident Evil 4, en 2005. Después, en 2008, Dead Space. Desde entonces, la acción en tercera persona y el survival horror experimentan una fructífera asociación. Probablemente, la obra de la extinta Visceral Games afinó la dosis entre disparos, supervivencia y terror. El calado posterior en la industria resulta incuestionable. No hemos vuelto a tener un nuevo hito pero si diversas propuestas influidas directamente por estos dos colosos. Sin ir más lejos, The Evil Within y el malogrado The Callisto Protocol, sucesores espirituales de las obras citadas anteriormente, entre otros. El análisis Cronos: The New Dawn examina el último aporte del estudio Bloober Team al género.

Análisis Cronos: The New Dawn

Este es nuestro deber

Ambientado en una Polonia devastada por una extraña enfermedad, jugamos como un Viajero al servicio del enigmático Colectivo. Este tenebroso mundo fusiona la brutalidad de Europa del Este con tecnología retro-futurista. Durante la partida recorremos los páramos del futuro en busca de fisuras temporales para viajar a los años 80. La misión consiste en encontrar a otro Viajero y recuperar a determinadas personas clave en este enigmático suceso.

Cronos: The New Dawn no esconde su fuente de inspiración. De hecho, la homenajea constantemente en muchas de sus mecánicas. Sin embargo, manifiesta personalidad y una dureza en combate inusual, propia de los survival horror clásicos. Recupera esa exploración cruel, escasos recursos y un inventario con espacio limitado. Continuamente, estamos sometidos a un delicado equilibrio entre armas, recursos y poca munición. No es un simple reclamo comercial. Cronos: The New Dawn aprieta.

La gestión incluye creación de pequeñas dosis de munición y salud mediante objetos recolectados en el escenario. El sistema recuerda al empleado por The Last of Us. Durante la partida encontramos nuevas armas que podemos mejorar. También, descubrimos puestos de avanzada para guardar el progreso. En estos lugares compramos suministros, afinamos armas y mejoramos el traje de protección.

Debes cargar los disparos y apuntar muy bien

No dejes que se fusionen y carga tus disparos

Los Desposeídos son criaturas de pesadilla, restos de la humanidad con gran resistencia y capacidad de fusión. Apuntar requiere habilidad y cargar cada disparo es vital para multiplicar el daño. Sin embargo, equilibrar el balanceo de la pistola y potenciar el tiro lleva segundos. Debemos evitar que los adversarios se fusionen con los caídos, ya que se vuelven más fuertes y adquieren nuevas habilidades. Abátelos antes del proceso o quema los cuerpos. Estos detalles aumentan la tensión. No faltan encuentros contra enemigos más grandes y poderosos.

La habilidad durante el combate es fundamental pero administrar las mejoras también. La potencia, el balanceo del arma o el tamaño del cargador. Estas modificaciones incrementan el daño, mejoran la estabilidad del disparo y aumentan las balas en el cargador, liberando espacio. En otros juegos la gestión de inventario o la modificación de armas es casi trivial, en Cronos resulta esencial para equilibrar la dificultad.

Los escenarios son lineales pero cuentan con rutas alternativas e invitan a la exploración constante. No destacan al principio pero progresivamente revelan un estupendo y variado diseño arquitectónico.

Análisis Cronos: The New Dawn

El movimiento y el apuntado reflejan acertadamente la pesadez del traje de protección. El exigente sistema de combate requiere dominio y gestión constante del inventario. Ambos aspectos resultan fundamentales y pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte. El control del personaje responde con precisión y suavidad.

El juego posee detalles curiosos, como la linterna sobre el hombro del Viajero, que se orienta con el movimiento del joystick. Seguidamente, descubrimos una mejora para la pistola que revela enemigos activos. A menudo exploramos estancias repletas de biomasa y cadáveres monstruosos. Algunos yacen inactivos hasta que nos acercamos y es demasiado tarde. Simplemente apunta a un cuerpo desde la distancia y una luz indicará el estado del posible enemigo.

El control responde suave y preciso. Sin embargo, echo en falta alternar la vista del hombro o el giro veloz. Asimismo, sobran las marcas de pintura que indican zonas de interacción. Existen diversos elementos explosivos distribuidos estratégicamente para crear emboscadas a los monstruos. Un clásico cuyo uso no es constante, pero que alerta de un evento de forma inminente. Estos dos detalles siempre desentonan, pero en este caso resultan más incoherentes dado el estilo exigente de Cronos.

El acabado gráfico y el sonido juegan un papel importante. Visualmente, el juego brinda estampas dignas de la mejor ciencia ficción. Así mismo, los efectos están muy trabajados y potencian la inmersión. Por otro lado, cabe una mención a ciertas melodías de su banda sonora que parecen compartir acordes con la de Stranger Things.

Procura equiparte adecuadamente cuando accedas a ese sector

Buenas ideas y margen para mejorar

Cronos introduce mecánicas interesantes como la fusión, el fuego y las esencias, las cuales proporcionan efectos activos. Aún así, estas dos últimas merecían aprovecharse mucho mejor. El fuego debería tener el gran protagonismo esperado, que finalmente no posee. Quemar los cuerpos antes de la fusión ayuda, pero siendo hábiles podemos vencer sin ello. Este elemento podría haberse representado mejor, con más efectos visuales, de propagación y destrucción. Las esencias mejoran habilidades, podemos almacenar hasta tres y cuando sustituimos, una eliminamos la anterior de forma permanente.

El juego resulta divertido y tiene momentos muy buenos pero falta variedad de situaciones. De hecho, en ocasiones peca de repetitivo sin llegar a ser un defecto. Aún así, debo indicar que la parte del hospital ha sido una de las mejores fases que me ha dado un videojuego últimamente. Tiene momentos absolutamente soberbios.

El combate cuerpo a cuerpo resulta idéntico al de Isaac Clarke. En este aspecto, no hubiera estado mal introducir mecánicas de remate y esquiva. Por otro lado, los enemigos especiales no resultan memorables y echo en falta una mayor variedad de criaturas. Las brechas temporales o las botas especiales son mecánicas menores, pero aportan originalidad. Durante la aventura escuchamos la esencia de estas personas adquiridas. Su su voz resuena en nuestro interior, incluso, provocan algún sobresalto. Este elemento podría haber tenido mayor repercusión, tanto en jugabilidad como a nivel argumental.

El alumno aplicado

Cronos: The New Dawn rinde tributo a los grandes. Aprovecha su rebufo pero demuestra identidad proporcionada con carácter. Destacan aspectos como: su faceta exigente, la ambientación y una historia con un inesperado mensaje antisoviético. Sin duda, la clave es el reequilibrio que presenta a favor de las sensaciones survival horror de antaño. Todo esto adquiere suficiente peso como para colocarse entre los mejores juegos de 2025. El margen de mejora y esas buenas ideas a medio gas pueden servir como valioso aprendizaje a Bloober. Si eres amante de la ciencia ficción y los disparos, no debes perdértelo.

Como apunte final, remarco que los juegos lineales como Cronos: The New Dawn son necesarios en una industria cada vez más atestada por títulos sandbox. Recomiendo jugarlo de forma pausada: disfruta los oscuros e inquietantes tramos de exploración. Presta atención al leve parpadeo de la linterna; prepárate, suele anunciar que algo no va bien. Además, si tienes un buen equipo de sonido o unos cascos potentes, vas a disfrutar a lo grande.

NotaHe realizado este análisis con una copia del videojuego pagada de mi bolsillo

Versión analizada: Play Station 5

8.5

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