Inolvidable Perfect Dark. El título de Rare junto a Ocarina of Time, de la misma casa, y Soul Calibur de Dreamcast son de los pocos juegos que desde nuestra modesta opinión lograron acariciar suavemente la perfección.

Hablamos del sucesor espiritual del gran Goldeneye, otro título que nos influyó enormemente y que sirvió como base perfecta para crear la que fuera una de las últimas obras maestras que nos dio Nintendo 64. A pesar de ello debo reconocer que nuestro corazón siempre pertenecerá al título de James Bond y sus eternos duelos multijugador, una modalidad que Perfect Dark también consiguió llevar un paso más allá gracias a sus amplias opciones de personalización. Un legado multijugador que después heredaría orgulloso Time Splitters 2 brindando uno de los mejores modos para cuatro jugadores a pantalla partida que hemos visto en un videojuego.

Perfect Dark posee muchos niveles memorables pero el que se ambientaba en las modernas calles de Chicago resultaba una gozada para los sentidos. Con su ambientación lluviosa y futurista tipo Blade Runner, el jugador disfrutaba de un tiroteo callejero envuelto en un profundo y bello tema musical de fondo. Dentro «Chicago Streets», una canción ideal para los largos días de lluvia.

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